Una foto los muestra de rodillas sobre un piso de tierra, amordazados y con los rostros cubierto de sangre. En un video, uno de ellos golpea a un compañero con dureza, obligado por alguien que le da indicaciones fuera de cámara; incluso le acerca una roca para que la estrelle contra la cabeza de su amigo. Los asesinos dejaron claro en las redes sociales lo que habían hecho con los cinco jóvenes que estaban desaparecidos desde el viernes en Lagos de Moreno. La Fiscalía de Jalisco ya había informado del hallazgo de restos humanos en el interior del coche incendiado de una de las víctimas.
La fiscal especial en personas desaparecidas, Blanca J. Trujillo, afirmó durante una intervención el martes que los familiares confirmaron que esos cinco jóvenes de la foto son las personas que estaban buscando. Los agentes dieron con el vehículo siniestrado en la carretera que une al municipio de Lagos de Moreno con Encarnación de Díaz. “Reúne las características de otro de los vehículos de las víctimas, y la placa coincide con la serie reportada por los familiares”, ha añadido el fiscal estatal, Luis Joaquín Méndez.
Armando Olmeda, Dante Hernández, Jaime Adolfo Martínez, Diego Lara y Uriel Galván se reunieron el pasado viernes en un mirador de la localidad, un lugar céntrico al que iban seguido. Pero esta vez no volvieron a casa. La situación comenzó a angustiar a las familias, que se juntaron el domingo a las puertas del estadio JFV para mostrar su descontento ante la falta de información de los jóvenes. Ese mismo día, las autoridades comenzaron con los operativos. Méndez informó de que en el mirador en el que se reunieron los chicos encontraron un charco de sangre (”una mancha hemática”), pero hasta el momento no han confirmado si los restos pertenecían a alguno de ellos. En distintos allanamientos, dieron con una motocicleta, armas largas (con sus respectivos cargadores), placas de vehículos robados y algunas bolsas con droga que podría tener relación con los asesinatos.
Armando Olmeda, el padre de Roberto, se negó en principio a ver las fotos y videos difundidas por los asesinos. “Hay muchos videos que salen. No los he visto, no los he querido ver [...] No quiero lastimar mi mente. Quiero permanecer fuerte, porque tengo la esperanza de que va a venir”. Las primeras horas en las que no hubo información dieron lugar a momentos de desesperación entre los familiares de los jóvenes. “Desde anoche, nuestras vidas están sumidas en angustia”, relataba la hermana de Diego Lara, Malli, a en sus redes.
La carretera en la que la Fiscalía encontró el coche incendidado une a Lagos de Moreno con Encarnación de Díaz, un municipio conocido popularmente como La Chona, que está envuelto en la lucha de los grupos del crimen organizado. Los limites de la frontera norte de Jalisco se han convertido en un área de peligro en los últimos años, castigados por la guerra abierta entre el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cartel de Sinaloa.
El municipio de Encarnación de Díaz –localizado a 40 kilómetros de Lagos de Moreno– tampoco ha sido una excepción de la huella de las desapariciones en el Estado. Entre el 27 y el 28 de julio desaparecieron cuatro mujeres. No se supo la última hora ni el lugar ni el punto de la localidad en el que se esfumaron Adriana, Olivia y a su pareja, Beatriz Hernández. Pero sí se dio a conocer que, al día siguiente, un grupo de hombres armados entraron a la vivienda de Marisela Saucedo y se la llevaron. La Fiscalía estatal no ha dado más información de ese caso.
El general estratégico de Seguridad, Ricardo Sánchez, destacó algunos “hechos sin precedentes” ocurridos en el Estado de Jalisco en las últimas semanas que podrían podría estar enlazados con la participación del crimen organizado: una desaparición relacionada a un centro de operaciones clandestino (en el municipio metropolitano de Guadalajara), un ataque con explosivos improvisados y la desaparición de los cinco jóvenes en Lagos de Moreno.
Lo ocurrido con los cinco jóvenes despertó las quejas de los familias de otros desaparecidos que han exigido que al menos se inicie un búsqueda. El Estado de Jalisco cuenta con 14.078 personas desaparecidas, según a las últimas cifras oficiales del territorio (que cuentan hasta el pasado 31 de julio). El número es una pequeña muestra de los más de 100.000 registrados desde 1964 –cuando comenzó el recuento– que el país alcanzó el año pasado.
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